Hay momentos en la vida donde debemos hacer un alto de nuestro día a día, sobre todo si sentimos que nos está costando mucho vivir, con esto no me refiero a la vida en su forma física sino al sentimiento de batallar cada momento con todo lo que te toca hacer; que en realidad es lo que te has impuesto hacer.
Cuando no nos mantenemos presentes en un estado de agradecimiento y atención (no de pánico), o lo que se llama Mindfulness; Corremos el riesgo de vernos llenos de cosas, actividades, personas, etc. que hemos metido en nuestra vida sin darnos cuenta y sin saber si estamos llenado vacíos a lo loco, o estamos siendo conscientes de nuestras elecciones.
Te has puesto a pensar si esas clases de cerámicas era algo que te llena el alma y con lo que te identificas y vibras cuando estas en ella, o es algo en lo que caíste ahí porque un día alguien te dijo que era fantástico y decidiste probar. Pues bien, no es malo ir y probar cosas diferentes para ver donde haces vibrar tu alma, el problema es darte cuenta de que no encuentras esa satisfacción que ves en los demás, pero insistes en pertenecer al grupo de personas que asisten a tu curso, te aferras a actividades y personas que piensas llenan vacíos que no has logrado subsanar. Prefieres la comodidad del conformismo que salir de esa zona de confort y seguir buscando, o aún mejor, calmar los pensamientos y permitir que tu voz interior te guíe, soltar el control y dejar de querer controlar cada aspecto de la vida.
Siéntate un momento en tranquilidad y pregúntate: ¿De todo lo que hago en mi día a día, con qué estoy batallando y qué me llena? Bueno podrás encontrar que batallas con el trabajo, también te das cuenta de que sientes que no encajas entre tu grupo de amistades, los vecinos, los compañeros de trabajo, tu pareja, etc.
¡Quiere decir esto que esta todo mal en tu vida! No para nada, no hay nada malo en tu vida, en principio porque tienes una, pero si hay que revisar que estás haciendo con ella, sólo debes prestar atención dónde estas forzándote a encajar y dónde no encajas porque no estás siendo tú mismo.
Podrás empezar a identificar que hay cosas que haces porque tratas de encajar, o complacer al mundo exterior que «crees» que te impone cosas, torciendo tu verdadera naturaleza. También hay que perder el miedo de ser quien eres, esto implica que no le vas a gustar a todo el mundo y tal vez, al ser tú mismos dejes de gustarle a algunas de tus amistades, pero puedes sorprenderte como empiezas a atraer esas personas que resuenan contigo. Al fin y al cabo ¿quién vino a este mundo físico a cumplir las expectativas de otros?, deja que te juzguen, quien siente que puede hacerlo tiene sus propios problemas que resolver en esta vida, tu sigue brillando, aunque esto le encandile los ojos a alguien más.
Si sientes que los zapatos que estas usando te están tallando, revisa tu talla, el tamaño de tu alma no siempre es el mismo durante todo su viaje, si fuera así el aprendizaje sería un mito, en la medida que vas trascendiendo empiezas a necesitar otra talla, cerrarte a esta posibilidad de cambiar de zapatos y seguir usando lo que te hace ampollas, puede llevarte a esa sensación de batalla constante con la vida.
Para que nuestra alma trascienda y se una en espíritu, para que volvamos a la fuente divina, necesitamos de muchas vidas y aprendizajes que muchas veces por el control de nuestra mente consciente o de programas que arrastramos vida a vida, nos vemos imposibilitados de avanzar y nos sentimos estancados.
No sigas usando el zapato que te hace la ampolla, no uses el pantalón que te parte en dos, arriésgate a usar tu talla y sentirás como todo empieza a fluir y encajar.
Prueba hacer este ejercicio cuando te sientas muy agobiado, sólo tomará 10 minutos:
Siéntate lo más cómodo posible, pero con los pies bien asentados en el piso, si puede ser sin zapatos mejor. Luego cierra tus ojos y respira siendo consciente de cuando entra y sal el aire; has unas 3 respiraciones profundas y luego imagínate en un lugar que te de paz (El mar, la montaña etc. Lo que funcione para ti).
Pregúntate: ¿Estoy forzándome a encajar en algún aspecto de mi vida? ¿Tengo temores de ser yo mismo?
Mantente en silencio, respirando con tranquilidad y empieza a identificar las cosas que llegan a tus pensamientos, ahí tendrás la mayoría de las respuestas.
Finaliza el ejercicio pidiéndole a tu Yo Superior que te guíe a identificar las cosas que puedes cambiar en tu vida para no seguir la batalla y el agotamiento que presentas, pídele que te de la sabiduría para identificar lo que puedes y debes cambiar y lo que no.
Agradece por este momento de paz, realiza 3 respiraciones profundas y regresa a tus actividades sin perder de vista lo que se te ha revelado en la meditación.
MEG / La Autora Blog